Queen Bee (Copy)

La constancia la llevó a representar a México
en el Miss Universo 2016, desde ahí, esta hermosa tamaulipeca no ha parado de trabajar, aprender, pero sobre todo crecer.

FOTOS: JOSÉ LUIS BENEYTO

Coordinación de moda: Alvaro Montaño   Maquillaje: Marcela Dorantes   Peinado: Andrés Jaramillo 

• Blazer, Marco Manero.  • Medias La Perla

Yo creo que todas las mujeres son hermosas, todas tenemos algo que nos diferencia y nos enaltece. Pero no siempre trabajas con una mujer que fue Nuestra Belleza México y que llevó la banda del país azteca al Miss Universo. Me tocaba trabajar con Kristal Silva, nada más y nada menos, y yo era un manojo de nervios. Así que ese día, para reafirmar mi seguridad, me puse un atuendo de cóctel increíble que tenía guardado para alguna ocasión especial, mi bolso Gucci y mis Manolo Blahnik a la Carrie Bradshaw y salí a mi cita. Al llegar al estudio me percaté que como estábamos en horario laboral, mi Albariño sería reemplazado por un té de manzanilla con jengibre, lo cual agradecí, porque seguía en ayuno intermitente y no podía introducir una botella de mi vino favorito así nomás y terminar haciendo un papelazo delante de mis compañeros. 

Me senté a esperarla con mi tecito, y a la hora pautada nos informaron que ya estaba llegando la famosa que me tocaba entrevistar para nuestras páginas de abril. 

Llegó Kristal, hermosa norteña, de gran sonrisa y don de palabra que embelesó a todos con su naturalidad. Sin esperar nos pusimos a conversar y, ella con las tablas que ya tiene gracias a sus años de conductora, llevó la entrevista de la forma más natural, haciendo de mi día una delicia. Me contó todo, yo le pregunté todo y así me fui creando una imagen diferente de ella, ya no era esa diosa griega que tenía en mi cabeza, era una mujer mortal, como yo, como todas ustedes.

• Blazer, Balmain. • Medias, La Perla. • Aretes y brazalete, Thalatha. • Zapatos, Patey.

Tu carrera ha ido en ascenso, con logros, ¿qué tal ha sido esa experiencia?
Primero agradecerle a toda la familia de LaFemme, gran equipo con quien trabajé con gran profesionalismo y aplaudo a cada uno de ustedes agradeciendo su invitación. De las mejores experiencias que tengo para contar por el resto de mi vida, definitivamente ha sido Nuestra Belleza México y, por consiguiente, Miss Universo. Desde los 8 ó 9 años decidí ser la próxima Nuestra Belleza México, la representante de México como Miss Universo. De niña una tiene sueños y aspira a tal vez lograr un puesto en alguna oficina u otro ámbito, pero yo quería ser modelo. Mi aspiración inicial fue hacer modelaje y pensé que una buena plataforma era un concurso de belleza, entonces siendo una niña tan tímida, de provincia, con pánico escénico, a esa edad pensaba que sería un camino largo y difícil, y así lo fue. Pasó mucho tiempo para tomar esa decisión; desde mis 15 años la gente me decía: “oye, se acercan tus 18, ya faltan unos cuantos años para poderte inscribir”, y a esa edad no me sentía preparada, me pasaba por la mente que sólo haría el ridículo. A los 18 todavía me sentía un tanto inmadura con muchísimo miedo de pararme en un escenario, imagínate tener que hablar ante el público, todavía hacía que me temblara la voz y las piernitas, además con un terror a que la gente me viera y me observara, por eso lo descartaba y pensaba que ese sueño no lo podría hacer realidad, porque este miedo que siento me impide seguir adelante y continuar mi camino. Un día desperté y dije: “a ver Kristal Silva, (a ver Juicy, así me decía la gente de Tamaulipas, de donde soy), esto lo vas a necesitar para tu vida, tu carrera profesional”, estudié Licenciatura en Administración, entonces sí o sí tenía que plantarme en un escenario, cualquiera que fuera. Entonces a partir de mis 19, 20 años dije: “claro, aunque tenga miedo y sienta que me voy a morir ahí arriba, creo que lo puedo lograr”. Día tras día me levantaba a pedirle a Dios que me diera la habilidad para poder dejar el temor a un lado, y a mis 21 años, todavía con mi carrera profesional, empecé a tomar un poco más de conciencia y adquirir un poco de experiencia y conocimiento en general, porque ya estudiaba, adquiriendo esa madurez que necesitaba. Cuando decido inscribirme, a mis 21 años, tenía terror, pero con esa preparación que sabía que me daba un poco de ventaja. La primera vez participé en un concurso como mi primera plataforma en un partido político, escogían a la representante del partido para trabajar en las actividades y para mí eso ya era un gran logro, con esto pensaba que avanzaba. Participé, no gané, fui Miss Simpatía, entonces se sintió horrible y ni siquiera era lo más importante que había hecho, entonces en lugar de echarme para atrás dije: “claro que puedo”, avancé a un concurso municipal, ahora sí de Nuestra Belleza Tamaulipas, y gané el municipal de Ciudad Victoria. Gané con una pregunta que para mí fue muy sencilla, y respondí de una manera muy natural y dije: “ya ganaste por el hecho de romper este miedo y dejarte claro que puedes hacerlo”, enorgulleciendo de una forma u otra a mi familia y a la gente que me quiere. Una vez que gané eso pasé al estatal, que es Tamaulipas, y no gané. Eso fue en el 2013, quedé como suplente y dije: “¿qué es esto?, sólo me ilusiona”, esperaba ganar, y como buena participante me sentía la mejor, y eso pasa en la mente de muchas participantes que creen que a la primera ganan. Me decepcioné muchísimo, y de cierta forma me deprimí por no haber logrado ese triunfo. Pero la vida es muy bonita, Dios es tan grande, y de la nada se me pone otro concurso Miss Earth México y me dicen: “te vas a representar a tu estado”. Me fui al nacional, gané Miss Earth México y después me dan el pase al internacional en Filipinas, curiosamente ahí conozco que aman los concursos de belleza y me da la seguridad de regresar. Termino mi coronación de Miss Earth y dije: “ya tengo un título nacional, ya representé a México, fue muy bonito, pero yo voy por Miss Universo”. Regreso, hago una revancha en un casting ya estatal, y nuevamente quedo y ahora sí participo por Tamaulipas, gano en el 2015 Nuestra Belleza México,  después de haber regresado del concurso internacional, y de alguna forma te abre el panorama sobre los concursos de belleza, con experiencia y una preparación diferente. Llegas con más seguridad y una mentalidad más tranquila. Una vez que gané Tamaulipas, donde ya cumplí mi sueño y me iba a un nacional, siendo muy competitiva, quería ganar Miss Universo. Traté de poner todo de mi parte, poniendo el aprendizaje de esos años luchando por un título, y más allá de un sueño, estaba construyendo una carrera, porque el ser Miss o reina de belleza también es un trabajo. Cada que tengo oportunidad de hablar con las chicas, les digo que esto no es sólo un pasatiempo, es una disciplina que es para construir en tu vida en general, porque no sabes qué pueda venir más adelante. Me lo tomé muy en serio, gano México en el 2016, y a mis 23 casi 24 años me voy al Miss Universo, y entro al top 9 de ahí, ¿qué es vivir la experiencia de Miss Universo? Una locura. Es inexplicable, tengo flashazos de lo que se vivió en la final en las actividades, porque es tanta la emoción y adrenalina que lo tengo muy presente, pero para describirlo es casi imposible. Cuando lo vives dices: Qué padre que lo soñé y luché tanto que bendito Dios, la vida y la energía a mi favor, lo estoy haciendo realidad. Entonces una vez que estuve ahí dije: “bueno, será que soy una mujer muy bendecida dentro de muchas otras personas que tuve la oportunidad de vivirlo y contarlo, de una u otra forma siendo mi misión, porque soy aspiración para muchas chicas y por esa razón me siento muy afortunada”. 

¿Si volvieras a nacer repetirías todo ese proceso, o crees que fue extremadamente extenuante?
Claro que lo volvería a hacer, me encantaría. Incluso hasta la fecha voy a los concursos de belleza en modo fan. Ahora dejando atrás esa etapa, quiero crecer como conductora de televisión, porque ya es algo que hice después de participar, es ahora mi pasión. Me marcó de por vida el hecho que regresara sería con otra mentalidad, con más madurez porque ahorita ya estoy en otro momento de mi vida. Lo viví muy bonito y gracias a eso ahora soy lo que soy. Todo pasa por algo, todo llega en el momento indicado, y por esa razón creo que esa experiencia en los concursos de belleza no hubiera sido posible si no hubiera tenido ese sueño desde niña. Creo que feliz de la vida regresaría.


Entre muchas otras cosas, te enseñó a ser tenaz, a trabajar constantemente en no perder el rumbo, y eso te ha llevado a tener tablas para ser presentadora, ¿cómo fue ese cambio?
Sí, totalmente. Tiene mucho que ver con los valores que te formas en tu casa para poder cumplir lo que quieras, porque mucha gente me dice: “durante el concurso te enseñaron a ser disciplinada”, no, a mí me enseñaron eso desde niña y en mi escuela siempre traté de dar lo mejor con las mejores calificaciones, y al tener un reto como este fue más fácil para mí llevarlo con disciplina. Eso me enseñó a poder aprender del medio artístico, porque de ser una niña desconocida donde sólo en mi casa y mi ciudad me ubicaban por mis pequeños concursos, a un brinco impresionante de Miss Universo, tuve que aprender a trabajar en televisión. Sin embargo, estando ahí pensaba: “ya cumplí con esto, me encanta y me voy de regreso a mi casa sin problema, pero la vida me llevó a la conducción, porque Lupita Jones me presenta con los ejecutivos de TV Azteca, me preparan en el CEA de Televisa para Miss Universo como conductora sin que yo lo pidiera, pero era parte de mi preparación. Una vez que ella vende el proyecto de Televisa a TV Azteca me dice: “te necesito como conductora del nuevo Mexicano Universal ante Nuestra Belleza México y yo sin experiencia en televisión como conductora decía: “Dios mío ¿en qué me estoy metiendo?”, pero como nunca digo no, siempre he creído que cuando te abren una oportunidad no puedes decir que no. Dije: “claro que sí, ya conozco el formato, sé perfecto lo que es estar ahí, tengo la empatía con las niñas”, y en lugar de sólo ser la conductora también lo había vivido. Me propusieron con los ejecutivos de Azteca, me entrevistaron y fue un casting, tal cual. Me quedé en el concurso, un proyecto que duró dos meses en TV Azteca, porque fue un reality, y a partir de ahí dije: “amo esto, es muy divertido, me encanta la televisión”, aprendí en la práctica a usar un chícharo, un prompter, a trabajar con la audiencia, entrevistas, y después de eso me invitan a Venga la Alegría a cubrir a varias compañeras de ahí; ya me estaban perfilando al matutino y yo decía: “pero no puedo, me pongo muy nerviosa en un en vivo, el otro era grabado y esto qué difícil”, pero la mejor escuela que pude tener fue Venga la Alegría, aprendiendo diario de mis compañeros con muchísima experiencia y cumplir con el público que nos veía; es un compromiso con ellos, divertirlos y entretenerlos, enseñarles más de ti, aprendí sobre la marcha y me sorprende el crecimiento que he tenido conforme ha pasado el tiempo y la aceptación que también he tenido del público, porque es algo que no puedes planear, llegas, te paras, haces lo mejor de ti, pero que te quieran o acepten es difícil.

• Blazer, Saint Laurent.    •Arete, Navarro.   •Medias, La Perla.   •Zapatos, Patey.

Hablando de eso, es verdad que se nota cuánto te adora la gente, tienes un engagement en las redes insólito y creo que eso ha sido parte de todo tu trabajo, con tu contacto diario entras a sus casas…
Claro, obviamente la exposición que te da un programa matutino te ayuda a que te conozcan más allá de tu apariencia, porque puedes aparecer en todos lados y ubicarán tu imagen, pero no tu personalidad. En el programa me costó mucho quitarme la etiqueta de Miss, tratar de tener presente que ya era a Kristal a quien tenían que conocer, no a Miss México, donde seguía vistiéndome y comportándome como reina de belleza, y no es que sea un estereotipo, pero con el tiempo queda en tu cabeza lo que es estar presentable, bien paradita, ciertos detalles que una cuida. Pero el matutino no quiere a una muñeca, un maniquí, buscan a alguien transparente; cuando empecé a ser yo y que realmente no me importaba lo que dijeran de mí, conocieron a la Kristal transparente, relajada, y me la paso increíble. Me describo como una mujer muy espontánea, porque no pienso las cosas antes de decirlas y creo que eso ha hecho el match con la gente, porque también quieren que seamos así, humanos, naturales y lo único que nos hace diferentes es que estamos en la televisión y ellos en sus casas. Eso me dio la libertad de ser yo, porque nadie me dijo que estuviera mal, al contrario, la gente decía: “me encanta su carisma”, y con mayor razón me seguí transformando en Kristal y no en la Miss México. Por supuesto que tengo como experiencia de vida un concurso de belleza, pero quiero que me reconozcan como conductora, y la vida también me ha dado retos como el reality show Survivor, donde me conocieron más a fondo en supervivencia con cara lavada, y se me han presentado oportunidades donde la gente me ha podido conocer más y eso lo agradezco, porque me están conociendo realmente a mí, no a un personaje y amo que me quieran.


Y que te vean más humana.
Totalmente. Claro, porque creo que eso es lo importante, poder presentarte con la gente como tú eres. En el medio se puede volver complicado, las personas cuidan mucho lo que hacen, y cuando te ven por fuera siendo tal cual la gente se asusta, porque qué decepción se pueden llevar. Yo prefiero que no se decepcionen y me conozcan tal cual.


Pero tú eres una caja de pandora, porque fuiste Miss, ahora eres conductora, pero de repente empezamos a ver que también cantas maravilloso y acabas de lanzar una canción.
Así es, fíjate que es muy curioso, porque ese sueño también lo tengo desde muy chiquita, a la par de los concursos de belleza, me encantaba cantar y creo que hasta fue mi primera aspiración ser cantante. Veía los programas, los concursos de canto y me emocionaba, le pedía a mi mamá que por favor me inscribiera en los castings, pero como era muy tímida yo solita me limitaba. Pasó el tiempo y a pesar de seguir amando la música nunca lo vi como algo profesional, porque honestamente yo decía: “si ya se me dio la oportunidad de ser conductora, ¿para qué le muevo a lo otro?”. Total, en el mismo programa donde trabajo hubo un reality de canto y me invitaron a ser participante y bueno va, qué nervios, porque nunca he cantado en televisión, siempre en karaoke y en mi casa sola con mis amigos, y hacerlo ya con la gente qué difícil, porque ni he tomado clases, en mi vida había tomado clases y cuando lo hice fue un gran reto. La gente empezaba a decir: “oye sí cantas, deberías hacer y grabar algo”. Se me presentó la oportunidad con unos amigos que también han trabajado en la música hace tiempo con un productor musical muy bueno, y dije: “bueno, lo haré como pasatiempo para ver qué tal queda”, y ya vi que era en serio, wow, ahora sí a promover mi cover. Es un cover que me encantaba desde siempre, me prendieron esta espinita otra vez para entrarle a la música y ahora me encanta, sigo planeando hacer otro tipo de canciones, ya de mi propia autoría, pero ya no quiero parar, ya entré y ahora a darle. 


¿O sea que esperamos un disco este año o para el año que viene?
Mira, yo haré todo lo posible para hacerlo este mismo año, no sé si un disco, pero sí varias canciones. Ya tenemos en puerta una grabación con un amigo mío, Denis Arana, que salió de La Academia, él tiene ya un álbum completo muy exitoso y me invitó a hacer una canción inédita con él, y estoy más que feliz, porque no quiero descansar ya. Siento que si hago una pausa me relajo y prefiero aprovechar este año para hacer cosas diferentes, porque también será muy versátil.


Cuando quieres verte bella y sensual ¿qué prenda te gusta usar?
Me encantan los vestidos entallados, los vestidos en general; siempre a mi mente viene el vestido ajustado con un toque elegante con consciencia en la moda; he aprendido en mi carrera cómo hacerlo posible y creo que para mí el vestido es la prenda.


Con la guerra que estamos viviendo, ¿qué significa para ti la paz?
Creo que controlar la paz en el mundo es algo imposible, pero sí podemos trabajar nuestra paz personal, emocional, mental. Hablando de paz personal es tener tranquilidad mental y tener un equilibrio en tu vida, ya sea la salud, en tu vida personal, en pareja, tu relación con tu familia, amigos, trabajo; tener un equilibrio en todas las partes para de alguna u otra forma tener como resultado la felicidad. Cuando existe la paz en tu vida evidentemente contribuyes a que las demás personas también estén bien contigo, no te involucras en conflictos y es mucho más sencillo controlar tu paz interior a la del resto, y de esta manera todo estará mucho mejor. 

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