Simply Irresistible

• Tank top, Armani Exchange. • Pantalón, Ciclón Jeans Black. • Reloj, Tissot.

Él se sabe dueño de toda su existencia, de su paso por este mundo y cómo quiere vivirlo. Su autenticidad sobrepasa cualquier lente o entrevista.

Es imposible no conectar con una personalidad tan genuina y transparente como la de Hugo Catalán, un actor en auge con demasiado talento como para encasillarlo solamente en el rubro de la actuación

Fotos: José Luis Beneyto

Coordinacion de moda: Alvaro Montaño   Grooming: Guillermo Segovia  PR: Armando Bocanegra

• Tank top, Calvin Klein. • Pantalón, American Eagle. • Reloj, Tissot.

Eres talentoso en todo lo que te propones. Cine, televisión, series, producción… ¿Qué disfrutas más hacer?
Disfruto mucho todo, pero creo que ahorita no puedo estar solamente siendo actor, necesito darle satisfacción a esa hambre creativa que tengo. Ahora estoy involucrado haciendo fotografía, he dirigido algunos videoclips, tengo un guion escrito desde 2019, que trata sobre una pandemia, pero después vino la pandemia y casi me da depresión, porque perdía el sentido, pero ahí sigue y estoy pensando transformarlo en algo diferente, podría ser una comedia súper absurda; pero sí, me gusta mucho dirigir, filmar, fotografiar y estar detrás de cámaras; siento que siempre aprendo más sobre ser actor estando detrás de cámaras que en clases de actuación.

Cuéntanos sobre tu personaje en Los ricos También Lloran.
Esta es la primera vez que trabajo para Televisa en un proyecto grande; había tenido pequeñas incursiones, porque yo había desarrollado mi Carrera en TV Azteca. Aunque he hecho mucha televisión, había hecho poco en Televisa; digamos que es el primer personaje en forma, es un personaje de soporte que representa a la clase trabajadora de este país. Él se convierte en uno de los mejores amigos del protagonista juvenil, Diego Klein, que hace al personaje de Santiago, que es el hermano de Luis Alberto, que es el personaje de Sebastián Rulli, de la pareja protagonista junto con Claudia Martín. La novela se divide en varios mundos, el de los ricos, el de la clase media y el de los pobres, y yo pertenezco al de los pobres, pero se destaca que, aunque la clase trabajadora tenga sus problemas, en general tienen más valores, como que disfrutan más la vida y valoran más lo que tienen.

Mi personaje es un chico casado y con hijos, que está en la lucha diaria por llevar alimento a su familia y con valores muy claros. Y se hace amigo de Santiago, porque él se mete a trabajar de encubierto en la fábrica, porque es hijo del dueño; cuando nos damos cuenta nos sentimos muy traicionados, que eso habla de que tenemos otros valores que él no, pero se aprende la lección y terminamos todos siendo muy amigos.

¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando en La Fábrica de Sueños?
Mi experiencia había sido más en series y cine independiente, y trabajar para La Fábrica de Sueños ha sido nuevo para mí. La televisión abierta en México tiene mucha audiencia y la gente sigue mucho todos estos proyectos. Tiene mucho alcance y te da mucha proyección.

¿En qué otros proyectos te veremos pronto?
Vienen proyectos, pero todavía no puedo hablar de ellos, porque falta aterrizarlos para poder concretarlos, pero acabo de filmar un cortometraje con el director Julián Hernández, con quien ya he colaborado. Con Julián son siempre proyectos muy arriesgados, son de atreverse, tiene escenas muy fuertes, como de euforia. Se llama La Huella de Unos Labios y es un cortometraje que probablemente se termine convirtiendo en una película, porque dura 50 minutos y podría ser una película si le añaden algunas secuencias. Con Julián he colaborado en Yo Soy la Felicidad de Este Mundo y Rencor Tatuado, él es un cineasta de los más importantes de este país, y justamente después de hacer la primera película con él (Yo Soy la Felicidad de Este Mundo) fue que se me abrieron más las puertas en el mundo del cine, pude tener un representante en Estados Unidos, me invitaron al Festival de Cine de Morelia, al de Australia y otros festivales. Le tengo mucho agradecimiento a Julián, y como realizador es un maestro para mí, aprendo muchísimo de él.

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¿Cómo va el amor?
Muy contento, vamos muy bien, ha sido una relación donde hemos estado súper tranquilos con mucha comunicación; una relación muy bonita, muy estable, muy sólida. Probablemente tenga que ver un poco con la edad, yo ahora abordo las cosas muy diferente de como lo hacía antes. Nos apoyamos muchísimo mutuamente, nos complementamos mucho en las cosas del día a día, a ella no le gusta cocinar y a mí sí, yo odio planchar y a ella le gusta, y así te podría enumerar cositas muy básicas que parecen pequeñas, pero que forman parte de la convivencia diaria. Claudia tiene una perseverancia para trabajar que yo le admiro mucho. Ella no le tiene miedo a nada. En ese sentido, yo he estado en el mundo de la actuación toda la vida y meterme en otras cosas me cuesta más trabajo, pero ella, si mañana quisiera abrir un restaurante lo hace, si quisiera lanzar una línea de ropa lo hace, es muy aventada y se lo admiro mucho. Hemos logrado complementarnos muy bien.

¿Qué te atrae más de una mujer?
A primera vista, es inevitable el físico, pero yo creo que la belleza física es un anzuelo que se puede disolver muy rápido, si la persona no tiene con qué más sustentar esa belleza, se pierde el interés. Lo que más me atrae de una mujer es la inteligencia, también ese desparpajo y alegría de alguien segura de sí misma que sabe dónde está parada. Seguridad mezclada con inteligencia es lo que más me atrae.

¿Qué prenda te parece más sexy en una mujer?
Las pijamas, pero no las que pretenden ser sexys. Me gustan los calzoncitos cacheteros con un tank top. Los conjuntitos de encaje pueden llegar a ser lindos, pero me parecen un pastel con demasiado merengue, y te quieres comer el pastel, no el merengue.

¿En qué radica tu masculinidad?
Estoy muy conectado con mi animalidad dentro de mi ser humano. Antes los hombres tenían que salir a cazar el alimento, ahora ya no lo hacemos, pides a domicilio y eso es muy triste. Yo trato de mantener mi cuerpo activo, de darle lo que necesita a nivel físico, entrenamientos con mucha fuerza, que me ayudan a equilibrarme hormonalmente; por otro lado, trato de tener una nueva masculinidad, romper ciertos estereotipos en el sentido de lo que un hombre tiene que ser, o los colores que un hombre tiene que vestir. A mí me gusta la cuestión física y la testosterona, pero no es lo único que un hombre debe tener. Yo creo que un hombre muy masculino podría pintarse las uñas y no tendría ningún problema, o teñirse el pelo de rosa, a mí no me gustan esas etiquetas. Cuidarse la manos y pies es cuestión de higiene, ser respetuoso, educado, culto, tener una actitud de aprender, y estar en un equilibrio e igualdad con el género femenino; todo eso es fundamental en una nueva masculinidad. Esa idea del hombre dominante, macho alfa, lomo plateado ya es una idea muy anticuada, hay que buscar el equilibrio, y yo apuesto por las nuevas masculinidades sin olvidarme de hacer ejercicio y sentirme fuerte para mí, no porque tenga que demostrárselo a nadie, sino para cuidar de mí.

¿Con qué te gusta pecar?
Me gusta romper algunas reglas, romper algunos platos de repente, pero no lo veo como pecado sino como travesurilla. Yo creo que no me gusta, pecar, creo que uno se tiene que dar licencias, dar permisos. Me gusta ser provocador en las redes, me gusta jugar un poco con la desnudez, con la libertad; está padre explorar la sensualidad. Me gusta romper un poco esos tabúes, aunque tampoco soy el más extremo. Y, algunas veces, me gusta pecar con la comida. Hay que pasársela bien, hay que disfrutar la vida, la sexualidad, disfrutarse a sí mismo, pero siempre de una forma saludable; me gusta pecar con la comida, pero nunca me voy a dar un atracón que me meta en problemas de salud. No me drogo, no fumo, me gusta respetar mi cuerpo y cuidarlo, no tratarlo como un basurero.

¿Cuál sería tu última cena y dónde?
Más bien con quién… me gustaría estar con Claudia, con mis seres queridos, con mi familia. Me daría un gran festín con toda mi gente querida. Tal vez un gran asado, con mucho vino y mucha champaña, mucha comida y echar champaña por todos lados; como una bacanal griega.

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