Big Balls!

Fotografía: José Luis Beneyto 

Coordinación de moda: Alvaro Montaño. Grooming: Ismael  Zazueta

Camisa y pantalón, Ermenegildo Zegna.  Lentes, Givenchy  Anillo, TTEN Tapete, The Rug Company.

Cuando Amanda Grease, mi jefa, me llamó para decirme que entrevistaría a Eduardo Videgaray, salté de emoción, pero al instante mi preocupación empezó a crecer. Eso del albur no es lo mío, y aunque la mayoría de los mexicanos tenemos un sentido común para manejar el doble sentido, mi vida en el extranjero lo ha aniquilado casi por completo. 

Estoy segura de que Eduardo encontró mil oportunidades para “agarrarme en curva”, pero fue caballeroso y benevolente, porque evidentemente es imposible sostener una entrevista sin doble sentido con La Corneta de por medio o, por delante, como él lo dice. 

No me importa si decepciono a los grandes gurús que se dieron a la tarea de “darme barrio” hace ya bastantes ayeres, lo que sí me interesa transmitir es que Eduardo tiene un código muy claro sobre nunca alburear a una mujer, y sabe perfectamente cómo abordar el doble sentido sin dejar de ser un caballero.

La verdad es que terminé disfrutando como pocas veces, así que espero que ustedes disfruten de él tanto como yo.

En estas líneas, Eduardo deja ver porqué se sigue manteniendo en el gusto femenino. Se nota que la edad ha venido acompañada de lo mejor de todos los mundos. Es un hombre divertido, seguro de sí mismo, con contenido, que embelesa con la gracia y la soltura con la que habla. Y, aunque estoy segura de que no son los únicos atributos a resaltar (o a Sofía Rivera Torres no se le vería tan contenta y radianate), son de los que se pueden reconocer a simple vista y algunos de los que lo convierten en uno de los hombres más hot que han pasado por estas páginas.

Camisa, John Leopard Lentes, David Beckham.

Eduardo, estoy encantada de poder entrevistarte, pero tengo que confesar que estoy fuera de órbita en temas de albur…
Fíjate que en La Corneta, y en mi vida personal, tengo un código de ética alburera, que consiste en nunca alburear con un gay, porque siempre vas a perder. Lo hemos hecho con Eduardo Iniesta los viernes, porque en el programa, los viernes todos somos homosexuales, y ahí no tiene ningún chiste, porque aunque te avientes el mejor albur, te contesta: “bueno, va”, y así no se puede jugar. Y la otra, es que a las mujeres nunca las albureamos, sí utilizamos el doble sentido, que es diferente, pero el albur es un juego verbal que hace referencia a temas sexuales, que en el imaginario, el que penetra gana, y se nos hace sumamente corriente y abusivo hacer eso con mujeres, pero el doble sentido es diferente.

Y yo no creo que tú vivas ninguno de tus días sin doble sentido…
Es que ya se volvió una deformación profesional, luego es horrible, porque estoy tan acostumbrado a pensar marranadas, que puedo estar hablando con mi mamá o con mi hija y, aunque no lo exprese, sí digo: “ay, por qué tengo esas cosas en mi cabeza”; no lo puedo decir en voz alta, pero en mi cabeza es divertido.

Una cosa es el doble sentido y otra es el albur, que es una confrontación verbal entre dos personas en la que pierde quien es penetrado, es una cosa muy extraña el albur mexicano, porque es algo así como: “no somos homosexuales, pero jugamos a ver quién la mete o quién te la chupa”.

Hablando de La Corneta, recientemente entró en Estados Unidos, ¿han tenido temas sobre cómo es aceptado el albur en algunos segmentos del público de habla hispanano familiarizados con el albur mexicano?
Pues mira, yo estoy seguro de que los mexicanos le van a agarrar a La Corneta la onda de cualquier lado del Río Bravo, que estamos muy felices de habérsela dejado ir al Tío Sam, que el Tío Sam la está recibiendo con gusto y con alegría. Siempre le quisimos meter La Corneta a Estados Unidos, ese era un objetivo que teníamos desde hace años. 

La Corneta empezó como un programa local, solamente en la Ciudad de México, después poco a poco se volvió de cobertura nacional, después empezó a tener bastante éxito y no sólo lo transmite la estación juvenil número uno, que es Los 40, sino también la estación hablada número uno de México, que es W Radio, se transmite en las dos frecuencias, primero en una y luego en la otra, entonces hemos logrado ya una cobertura muy amplia, es sin duda el programa más escuchado en México, y nuestro siguiente objetivo era que llegara a Estados Unidos, y estamos felices de que la banda de por allá lo pueda escuchar. Ya nos escuchaban a través de podcasts y las plataformas, pero no es lo mismo que estar en la radio, entonces se las estamos dejando ir con cariño, poquito a poquito, para que le vayan agarrando el gusto, y habrá quien le entienda y quien no, pero en América Latina y Centroamérica también se maneja mucho albur; Colombia tiene casi la misma tradición que México, tienen un sentido del humor muy bueno, y no todo lo que hacemos es albur, en realidad es una parte nada más, como es una parte del humor mexicano, pero hablamos de muchas otras cosas.

Playera, Saint Laurent Total look, Ermenegildo Zegna  Anillo, TTEN

Hacen esta alianza con Entravisión para meter La Corneta a Estados Unidos, ¿no es eso demasiada coincidencia en un juego de palabras a su favor?
Sólo quiero aclarar que no lleva T al principio (dice entre risas). Ya fuera de broma, es una compañía súper exitosa, tiene los programas más escuchados de la radio en español en los Estados Unidos, como El Piolín, Erazno, y La Chokolata, y ahora este experimento, a ver qué pasa con La Corneta, a ver cómo la reciben nuestros paisanos. En esta incursión nos llamamos “Estamos Unidos por La Corneta”. Es la primera vez que sucede algo así, uno de los conductores está en Chicago, que es José Ramón, que lleva 16 años viviendo en Estados Unidos, o algo así; yo estoy en la Ciudad de México, se produce desde México y se envía a los dos lados de la frontera, a los mexicanos de aquí y de allá, y a los que se quieran sumar, a los que les guste.

En cuestión de censura, ¿se tiene más libertad de expresión sobre ciertos temas en Estados Unidos?
No, definitivamente hay mucha más libertad ahorita en la radio en México, que en la radio de Estados Unidos, pero nosotros también estamos acostumbrados, hay un momento y lugar para todo, no hablas igual cuando estás en una cena con tu familia, en Navidad, que cuando estás con tus cuates en la peda, y nosotros sabemos manejar ambos tonos, entonces regresamos un poquito a cuando no se podía decir tanta fregadera en la radio mexicana, y tratamos de no decir cosas ofensivas o muy gráficas. También allá hay mucha tolerancia, hasta ahorita el contenido ha sido más o menos igual, no hemos censurado nada, y no se han molestado por allá nuestros paisanos. Por temas de bloques o tiempos comerciales se hacen algunos ajustes, que en realidad son muy pequeños,  pero básicamente transmitimos lo mismo.

¿Tienen pensado llegar a más países?
Nos escribe mucha gente que nos escucha en distintas partes del mundo, ya iremos viendo hasta dónde puede crecer La Corneta.

La Corneta se ha mantenido al aire todos estos años, literalmente, contra viento y marea, ¿qué tan difícil ha sido mantenerse haciendo mofa de la política en nuestro país?
Fíjate que ha sido muy divertido, pero ha tenido sus problemas. Desde que empezamos, hemos sido alborotadores, por llamarlo de alguna manera, no quisiera calificarlo, pero nos gusta estar en “la orillita”. En un principio tuvimos muchos problemas de multas por las cosas que decíamos, o de extrañamientos o quejas que había, incluso de muchos patrocinadores que no querían acercarse a nosotros, te estoy hablando de hace 20 años, y en ese entonces no había la apertura con los políticos, pero afortunadamente eso ha ido cambiando poco a poco; ya casi no hay limitantes a lo que se puede decir al aire, ya no te multan por decir una “vergaridad” por ahí o alguna otra salvajada, y los políticos ya entienden también que les conviene entrar en el juego, les conviene que se hable de ellos, aunque sean chistes y mofas, de otra manera no existen, no los conoce la gente. 

Lo que sí ha sido muy complicado, y ha sido una transición a lo largo del tiempo, es que hace 25 años no podía decir la palabra “pinche” o “güey”, porque nos multaban, pero en todos los programas había una cantidad de humor con racismo, machismo, xenofobia, misoginia, muy cabrones y, curiosamente, con el tiempo se han invertido los papeles, ahora puedes decir todas las majaderías, pero aguas con que vayas a hacer un chiste que vaya a pisarle los callos a alguien, porque entonces sí. Las dificultades a las que nos hemos ido enfrentando han ido variando, no te digo que esto se haya acabado del todo, todavía en semanas recientes hemos tenido problemas con algunos políticos que se han molestado, incluso lo han tratado de llevar a instancias legales, pero a Dios gracias no ha procedido.

Camisa, H&M Lentes, Rayban Anillo, TTEN

Playera, Saint Laurent Saco y pantalón, Benito Santos Collar y anillos, TTEN Botas, Ermenegildo Zegna Tapete, The Rug Company.

Además ahora está todo muy abierto, con redes sociales y gente expresándose abiertamente de tantas formas, es una guerra muy difícil de ganar. ¿Cuál ha sido la situación más complicada de censura que te ha tocado vivir?  
Nunca hemos tenido un problema así grave o serio, más allá de llamadas de atención y multas que hemos ido sorteando, por ese lado no ha habido problema. A partir del sexenio de Fox cambió mucho México, a partir del año 2000 se permitió hablar de todo, criticar al Gobierno, hacer chistes del presidente y demás. Todo eso lo hemos seguido haciendo y se mantiene hasta la fecha. El presidente actual dice que es el más criticado y más atacado de la historia, yo no creo que sea cierto, Peña Nieto fue sumamente atacado y criticado, es una cuestión del momento, no hay ningún presidente de ningún país, que tenga libertad de prensa, que no sea criticado abiertamente. 

En algún momento, hace 10 ó 12 años, el CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir La Discriminación), nos envió una carta diciendo que había escuchado ciertos contenidos con algo de misoginia, entonces nos asesoramos con un profesional en el tema, y nos empezamos a dar cuenta que sí, que era inevitable, que traíamos un bagaje cultural horrible. Yo crecí oyendo chistes machistas espantosos en las cenas familiares, en las comidas de domingo, y se reían las señoras y todo era normal, pero van cambiando los tiempos y te vas dando cuenta, y así hemos ido avanzando. Lo consideraba un tema muy complicado, hasta que un día, Sofía, mi esposa, me dijo: “es muy fácil, si el chiste lo inviertes sobre un hombre y no da risa, entonces es misógino, porque te estás burlando de la condición de mujer”, y esa es la regla que aplico desde entonces, si el chiste sigue siendo cagado tratándose de hombre o mujer indistintamente, entonces no tiene problema, si no, sí es burlarse de la condición de ser mujer, y me parece algo terrible. 

Yo vivo rodeado de mujeres, a mí me crió una mujer, porque mi madre enviudó cuando yo era muy niño; vivo con una mujer, tengo una hija, estoy rodeado, afortunadamente, y me encanta, y ese tema es muy importante; esa clave que me dio Sofía ha sido utilísima desde entonces.

Yo siento que tenemos una responsabilidad social, es muy curioso, porque hace 20 años nos decían irreverentes, majaderos, pasados de lanza, iconoclastas; hoy en día, hay gente que nos sigue diciendo eso, pero hay otro grupo de gente que nos dice: “pinches correctitos, queda bien”, no le puedes dar gusto a todos, así que lo que hacemos es darnos gusto a nosotros y hacer lo que a nosotros nos parece bien. 

El sexenio más difícil, para mí, fue el de Peña Nieto, porque mi hermano Luis fue su Secretario de Hacienda y, después, de Relaciones Exteriores, y se lo dije: “yo hago un programa de humor político, no porque tú estés ahí, voy a tener que moderarme”, y hemos sido críticos con todos, priistas, panistas, y ahora Morena, pero afortunadamente hay libertad de expresión en México, y ni modo, el licenciado Peña Nieto se tuvo que aguantar muchos y muchos chistes, que además, me hizo reír cabrón; pero el sexenio más divertido ha sido este. Desde la perspectiva del humor, exclusivamente, mi sexenio favorito es el de Andrés Manuel, porque con las mañaneras, todas las cosas que dice, lo coloquial que es, dicharachero, las frases que dice, siempre hay material. 

Suéter, Ermenegildo Zegna Lentes, Givenchy

Y en tantos años de carrera, con las épocas y formas de pensar cambiando, ¿cuál crees que sea la clave para seguir vigentes?
No tengo ni la más puta idea (dice entre risas). No sé cuál sea la clave, lo que hacemos José Ramón y yo es tratar de divertirnos mutuamente en La Corneta. El concepto ha sido muy sencillo, es como estar viendo el periódico con tu cuate al lado diciendo: “no mames, ¿ya viste lo que dijo el fulanito ayer, o el secretario de tal cosa?, es eso, hablar de lo que pasa en la actualidad, pero con alguien con quien te ríes haciendo chistes del acontecer, así de divertido es hacer La Corneta.

¿Imaginas tu vida sin El Estaca?
Hemos sorteado muchas cosas juntos. De entrada este güey y yo fuimos drogadictos, alcohólicos, y tuvimos un programa de radio, de tele, también pusimos una casa productora juntos, hacíamos comerciales y un chingo de cosas; siempre estábamos crudos, cansados o pedos. En esa época hubo un momento en el que tanto estrés, tanta tensión, tanto desmadre, acabó con nuestra relación, nos agarramos a putazos como dos veces, una vez nos tocó subirnos a un avión, después de habernos agarrado a madrazos en el camino en el coche, nos subimos al avión y nos sientan juntos, yo con un ojo morado y el otro güey también, porque teníamos que ir a trabajar juntos; esa convivencia tan intensa provocó que la relación tronara y nos dejamos de hablar como un año, dejamos de ser socios, dejamos de ser amigos, pero pasó el tiempo, nos reencontramos, y poco a poco empezamos a convertirnos como en una pareja de casados, pero ya de muchos años, como si hubiéramos ido a miles de sesiones de terapia, y nos dimos cuenta de que tenemos que ser bien cuidadosos el uno con el otro. Ahora, cuando a alguno de los dos le molesta lo que hace el otro, lo abordamos con una suavidad, con un cariño, y ese ha sido el secreto, nos tratamos con cariño y jugamos, porque si no nos divertimos nosotros, la gente no se divierte y no habría programa.

A José Ramón lo he visto los últimos 40 años de mi vida, nos conocemos bien, al derecho y al revés. Si José Ramón no se hubiera cruzado en mi camino, si nunca nos hubiéramos hecho amigos, no sé qué hubiera pasado, pero estoy seguro que no me hubiera divertido y reído como me he reído en los años que he pasado con este cabrón.

Y la complicidad se nota en todo lo que hacen, si se nota en radio solamente con escucharlos…
Es que está cabrón, después de tantos años me siguen haciendo gracia las pendejadas que dice el güey. Pero si no nos divertimos nosotros, entonces no se divierte nadie.

¿Qué otros proyectos tienen juntos?
En este momento tenemos ¡Qué importa!, en Imagen Televisión, ahí estamos en las noches haciendo un ejercicio más o menos semejante a lo que hacemos en radio, que es humor noticioso. Hay tanto noticiero mal viajante que hay que hacer un espacio, porque pasan cosas bien divertidas en el mundo, pero en general estamos todos espantados, y no, no es el apocalipsis, no se va acabar el planeta, seguimos avanzando, vivimos momentos difíciles, a veces unos más que otros, pero la vida sigue y el mundo está lleno de cosas maravillosas, así que decidimos reirnos un rato para irnos a dormir contentos. 

Ahí estoy también con Sofía Rivera Torres, mi esposa, que se encarga de la sección de espectáculos. 

Eso fue muy afortunado, yo a Sofía la conozco hace como 10 años, habíamos estado trabajando juntos, de pronto se fue una de nuestras conductoras, hicimos un casting, y Sofía trabajaba en el canal y se quedó ella en la chamba, y estuvo maravilloso, porque de repente empezamos a salir, nos enamoramos y nos casamos.

En cuestión de proyectos, Sofía y yo estamos desarrollando juntos una serie de televisión en la cual aparecemos ella y yo, no quiero adelantar mucho al respecto, pero es una comedia, un desmadrazo que se le ocurrió a ella y que hemos estado desarrollando juntos. Por otro lado, también estoy trabajando con José Ramón en el guión de una película, que no tiene nada que ver ni con política, ni noticia, pero también es un desquicie que nos tiene muy entretenidos. Nuestros objetivos, tanto de José Ramón, Sofía y míos, es movernos hacia la ficción, puras cosas de humor, no haremos drama, porque no nos sale, pero sí estamos trabajando en una comedia de televisión y en una película.

Se ve que haces muy buen equipo con tu mujer, se les ve una conexión impresionante, ¿cómo viven la comedia en casa?
La verdad es que Sofía es la mujer más divertida que he conocido en mi vida, con ella me río como con nadie, es bien cagada, está bien loca, y nos entendemos muy bien. 

No todo es miel sobre hojuelas, a veces estamos de malas, nos peleamos y todas esas cosas normales, pero también echamos risas como con nadie, y yo me siento muy agradecido con la vida y con ella por haber aparecido, y está de más que lo diga, pero todo México sabe que me trae de nalgas.

Con ese par, no creo que nadie se atreva a juzgar, tu mujer es una diosa…
Muchas gracias, yo opino lo mismo, me parece bellísima, pero es más bonito ser humano, es un ser excepcional, y me considero una persona súper afortunada de tenerla en mi vida. Además, la relación que ella ha logrado con mi hija y con el resto de mi familia es increíble, todo el mundo la adora, estamos de verdad muy contentos, sobre todo yo.

Como cualquier pareja, supongo que han tenido retos, ¿cuál ha sido el mayor a vencer?
Por supuesto. El mayor reto es que yo le llevo 23 años, y vemos la vida desde ángulos muy distintos, pero nos hemos encontrado en el camino. Ella es una mujer muy evolucionada y yo soy muy inmaduro, así que nos encontramos en un punto medio. Yo he aprendido mucho de ella, me ha enseñado muchísimo, y yo pienso que viceversa. Ha sido un reto muy importante.

Al principio, la familia de ella no veía la relación con muy buenos ojos, tenían sus reservas, pero poco a poco las cosas han ido cayendo en su lugar, y tengo una gran relación con sus papás, con sus hermanos, nos han apoyado, yo les tengo mucho cariño, y ese reto, que ha sido el más complicado, ya lo hemos pasado; pero hemos tenido otros, trabajar juntos ha sido otro, aunque a mí me encanta ir al foro y saber que ahí está, echar risas con ella, y regresarnos juntos platicando de lo que pasó en el día, pero a veces sí decimos: “ya dejemos el trabajo a un lado”.

Otra diferencia es que Sofía nació y creció en San Diego, y llegó a México cuando tenía 16 años, entonces es súper gringa en muchas cosas, en su forma de pensar, en su forma de expresarse, en la comida, en la música, aunque también es mexicana, como creció allá tiene esa otra parte. Gracias a ella ya hasta me gusta Bad Bunny (risas), entre ella y mi hija no me ha quedado de otra.

Ahora que mencionas a tu hija, ¿cómo es la dinámica en casa con una adolescente?
Mi hija tiene 15 años, y le parece que mis chistes son los peores del planeta, opina que mis dad jokes son malísimos. La verdad es que ella oye poco de mi trabajo, no escucha La Corneta, pero mucha gente le comenta, pero como que le da un poquito de pena, ella tiene un sentido del humor un poquito diferente, pero tenemos una relación magnífica, los tres nos llevamos a todo dar y, Sofía, así como me hace reír a mí, también la hace reír a ella, de pronto hace unas cosas inesperadas muy divertidas.

Eres bendito entre las mujeres, ¿qué significado tiene para ti la mujer?
Lo femenino me encanta, me atrae muchísimo. Crecí con una mujer, mi madre, que enviudó cuando yo tenía 10 años, Luis 11, y mi otra hermana siete, nos sacó adelante sola, nos dio siempre un ejemplo de que las mujeres no tenían que estar de copiloto, ni en el asiento de atrás. Ella tuvo una carrera súper exitosa en la banca en México, llegó a casi lo más alto, se rompió el queso por nosotros, trabajó, pero no dejó de ser madre, nos dio un ejemplo de ser mujer de una manera sumamente completa y siempre le estaré muy agradecido.

Ahora que estoy con Sofía, que es una mujer que en mi opinión tiene todo, no se detiene ante nada, tiene una empresa, actúa, acaba de hacer una novela muy exitosa, trabaja como conductora, triunfa en redes sociales, pero además sabe cuidar la casa, cocina, está interesada en tener hijos, y veo esa realización y me encanta. Ella siempre dice que tiene la fortuna de haber vivido en esta época y que solamente gracias a otras mujeres muy fregonas del pasado es que la realidad actual para las mujeres es diferente; que si bien falta todavía bastante por avanzar, es la mejor etapa en la historia de la humanidad en cuanto a la equidad de género.

Por otro lado, ser padre de una hija ha sido maravilloso, ha sido descubrir la vida a través de sus ojos, de sus preguntas, y entender la feminidad desde que se gesta, ha sido un verdadero privilegio; no entenderla, nada más admirarla, porque de pronto las mujeres sí son incomprensibles, pero yo las disfruto mucho y las amo.

¿En qué consideras que radica tu masculinidad?
Fisiológicamente, en mis testículos, sin ninguna duda, que generan la testosterona que provoca en nosotros cambios en nuestra fisionomía, pero, mentalmente, yo siento que un hombre es un hombre completo cuando está realizado, cuando ha podido sacar adelante a la gente que quiere y los ha ayudado en su evolución.

Se dice que los hombres se dan a conocer por el número que calzan, en tu caso, ¿crees que la nariz te delata?
La tengo enorme, esa es la verdad, salta a la vista, estamos hablando evidentemente de mi nariz (risas). Y, fíjate que la nariz, a lo largo de mi vida sí me ha sido muy útil, porque genera curiosidad.

Ya nací con ella, parece que tengo una papa pegada debajo de los ojos, un tubérculo. Me han dicho narizón toda la vida. Desde que nací, mi mamá dijo que era una nariz pegada a un bebé, pero ya me acostumbré, le tengo muchísimo cariño y no me la pienso operar nunca y, como te digo, me ha sido útil por esa intriga que genera.

¿Qué tipo de prenda te provoca más que vista una mujer?
Hay muchas que me gustan, me encantan las falditas cortas, me encantan los bikinis de color negro, no sé porqué son los que más me gustan, los cuellos de tortuga también se me hacen súper elegantes, los tacones.

Sofía tiene un sentido cabrón de la moda, y la veo constantemente vestida para el foro de televisión, para la grabación de una novela, para sesiones de fotos, y siempre tiene unos looks espectaculares que me encantan, como sea me gusta.

Previous
Previous

La utopía de Jean Paul Leroux

Next
Next

This Girl is on Fire!