Shine bright like a diamond

Leonas hay muchas, unas gruñen y arañan, otras muerden y te comen entero si les da la gana. Natalia Alcocer es una de las que muerden y te comen entero si hace falta. Esta influencer y concursante de reality show, viene con todas, nos habla sin pelos en la lengua de sus retos, de quién es y del por qué no se debe callar. #arribaesaleona

Fotos: José Luis Beneyto

Coordinación de moda: Alvaro Montaño   Maquillaje: Ismael Zazueta 

Vestido, Valco. Lentes, RayBan. Medias, Wolford.

Hay personajes que me encanta entrevistar, porque, como dicen en Venezuela, tienen chicha para dar. ¡Cero albur! Pues Natalia Alcocer es una de esas celebrities que sabes que te la hacen pasar genial, que responden todo lo que quieras y que además te dan mil primicias. 

Así que cuando llegó el día de hacer el reportaje de esta hermosa e inmensa mujer, (mide más de  1.80 cm), estaba feliz. Llegó al estudio acompañada de su madre, divertida, espontánea y con mucha energía. Pronto nos sentamos y mientras la maquillaban empecé a conversar con nuestra invitada. Le pregunté de todo, de su vida, de sus problemas con el padre de sus hijas, de su carrera como concursante de reality show, de su nueva relación, de cómo le hackearon su Instagram y mil cosas más. La verdad es que disfruté esa tarde con Natalia como muy pocas veces he podido disfrutar con una celebrity, y ¿cómo no?, si con este remolino de extravagancia y autenticidad no cabía esperar menos. 

Estamos muy contentos de tenerte, hemos seguido tu trayectoria, este año ha sido muy bueno, has estado en La Casa de los Famosos, ¿qué tal tu experiencia?
Una experiencia, mi maestría y posgrado en inteligencia emocional. En todo lo que llevaba, desde que decidí separarme y reencontrarme, me dediqué a buscar la mejor versión de mí, tanto emocional como psicológica y físicamente, y creo que lo cerré en La Casa de los Famosos, salí muy orgullosa, creo que es un proyecto que te catapulta o te entierra, y estar observado tanto tiempo con tantas personas viendo en qué te puedes equivocar y qué es lo que vas a hacer mal, me hizo sentir muy orgullosa por el hecho de salir tan bien, con tanto cariño del público, abrirme las puertas en Estados Unidos, de apegarme a mis valores, mi educación, a salir con un posgrado en inteligencia emocional después de haber vivido con 16 egos que me enseñaron y me pusieron al límite. Para mí es eso, el cierre o la culminación de todo lo que he cambiado porque te puedo decir que hace tres años yo era un monstruo, pesaba 120 kilos, me veía al espejo y no me reconocía, estaba en una relación de violencia donde dejaba que me agredieran, me daba mucha ansiedad que mis hijas vieran esa parte de mí, y ahorita si alguien me hubiera dicho hace tres años que iba a acabar mi 2022 cerrando un proyecto con Telemundo en Estados Unidos no me lo hubiera imaginado. Llevo apenas un año y medio que regresé con mi carrera, y que la gente me quiera tanto, aparte también exponiendo mi caso y ayudando a muchas mujeres, porque creo que mi voz sobre lo que le pasó a Natalia Alcocer, es lo que le pasa a muchísimas mexicanas y muchísimas latinas, y que a muchas nos da miedo exponer y decir me pueden matar y nadie está haciendo nada. Fue un año de culminaciones respecto a todo lo que había querido hacer al salir de esa relación tóxica.

¿Te sientes una sobreviviente?
Definitivamente, no por algo fue mi primer proyecto después de salir de esa relación, haber estado en Survivor.

Hablando de realities, cuando hicimos a Mane para nuestro primer número, ella nos decía que uno tiene que aprender que es simplemente un reality, estás frente a las cámaras y tienes que separar esa parte emocional de la parte laboral, que tienes que darles un show a los televidentes.
A mí, bendito Dios, lo que me ha pasado es que yo entré siendo Natalia, nunca hubo un show, nunca estuve con la idea en la cabeza de tengo que ganar, tengo que dar rating, no. De mi primer reality al cuarto que hice en un año, siempre fue mi idea ser yo, que la gente me conociera por lo que es Natalia. En el primero hubo cierto enojo de la gente conmigo, la edición de muchas cosas me pusieron como que era yo una malvada, fui la villana de Survivor y me gustó y lo acepté, y cuando salí creo que me encantó que la gente se diera el tiempo de entrar a mis redes sociales y conocerme como mamá y persona; y los otros dos realities que vinieron me abrieron muchas puertas, pero creo que me conocieron más en La Casa de los Famosos, donde me podían ver 24/7, porque entré siendo Natalia, el cómo bromeo, cómo soy día a día, me despierto y soy con cara lavada y chongo, cómo me gusta arreglarme y maquillarme, cómo soy de amiga, pareja y mamá, a mí fue lo que más sentido me hizo. Siento que si entras a un reality como con una estrategia de dar show, al final es cansado. Si, de por sí, como ser humano es cansado el estar en un lugar donde no tienes contacto con nadie, sabes que te están viendo; yo volteaba a ver las cámaras y de repente era una ansiedad de no saber cuánta gente te está viendo por esa cámara, cuánta energía me estará llegando, y también saber que todo lo que yo estaba haciendo ahí adentro no sólo me representaba a mí, también a mi familia, mi educación, a mis hijas que lo estaban viendo. Vivimos en una época donde en Internet se queda todo, si la cagaste se queda la cagada por el resto de los siglos, amén. Entonces sí estaba muy enfocada en ser yo, que mis hijas prendieran la televisión y vieran a su mamá y se rieran con su mamá y no la extrañaran tanto, por esa parte, siempre que entro a un reality, entro siendo Natalia, y creo que ahorita es lo que me ha llevado más a la conducción y no tanto a actuar. Siento que cuando conduzco soy yo y la gente me quiere por mi personalidad. La Casa de los Famosos me abrió las puertas para que la gente se enamorara de Natalia, la que se despierta, se cae, se ríe, le da flojera hacer ejercicio, pero lo hace; la que se enoja, pero responde con respeto, la Natalia enamorada, porque ahorita vivo una relación y todo mundo vio cómo respeté a mi pareja, a mis hijas y padres; para mí sería muy pesado tener un personaje en un reality, y más 24/7.

Vestido, Studio F. Aretes, My Beads Joyas. Medias, Wolford. Zapatos, Miu Miu.

Estando en un reality las 24 horas con un montón de gente desconocida, ¿has pensado en claudicar?, ¿decir ya basta, me quiero ir de aquí, ¡sáquenme por favor!?
Claro, no manches, miles y millones de veces pensé ¡¿qué hago aquí?! A veces estaba en la cama platicando con Niurka y era, o sea estoy durmiendo al lado de Niurka Marcos, con la mujer que crecí viéndola, y luego me peleaba con Laura y pensaba: “¿por qué tengo que aguantar que Laura Bozo me diga puta?, ¿qué estoy haciendo aquí?”. Pero llega esa parte donde también soy una mujer que le gusta llegar hasta el final, me ayudó mucho, desde Survivor hasta La Casa de los Famosos, el hecho de extrañar a mis hijas. En Survivor sufrí muchísimo, creo que lo que más me movía era no estar junto a ellas, ni saber si me necesitaban, me daba mucha ansiedad pensar que me necesitaran o quisieran hablar conmigo y no estar; cuando salgo y me doy cuenta que son mis fans  número uno y las más orgullosas, y se vestían de halconas, que iban y me gritaban afuera de la casa, me aventaban aguacates. Me siento tan orgullosa de que saben que su mamá hace todo esto para que nuestra familia avance, que es de donde me agarro. Me acuerdo que me paraba enfrente de la barda y veía las escaleras y pensaba en subir las escaleras, y veía que tan despegada estaba de la pared, pensar que me salto y tener mi salida de emergencia; me paraba, y era respirar y pensar: “no, no, tengo que estar aquí por las niñas, ser fuerte por ellas”, y respiraba y otra vez. Me costó, porque, también, después de mi separación mi primera relación formal fue estando dentro de la casa y era un miedo muy fuerte el hecho de pensar: “qué tal si salgo y ya no está, o ya no me gusta o no le gusto o me está viendo totalmente como ser humano”, y sólo confiaba en el amor que le tengo y en lo que me hace sentir y, bueno, fue increíble salir de la casa y verlo esperándome. Creo que fueron las dos cosas que más me han movido en los realities para no decir ya, a chingar a su madre todo, ya me voy de aquí. Pero me aguantaba.

Blusa, Todos Somos Buho. Pantalón, Alersundi. Anillo, Iconique. Medias, Wolford. Zapatos, Dolce & Gabbana.

Con lo que acabas de decir, como ejemplo para muchas mexicanas y latinas, ¿crees que estamos viviendo todavía en un patriarcado, donde el macho decide qué hacer y la mujer tiene que aceptar?
Creo que sí, pero también estamos en el cambio, no creo que sigamos ahí. Creo que somos muchas las mujeres que lo estamos cambiando. Es muy triste vivir como mujeres esta parte donde nos violentan a través de lo económico, lo patrimonial, porque nos sentimos capaces. Yo te puedo hablar por mí, soy una mamá que se despierta, que trabaja, va y viene, soy quien paga el 100 por ciento de la vida de mis hijas, pero también es muy triste que digan: “ella sólo quiere dinero”. No, yo no quiero eso, yo puedo generarlo, pero también es una obligación de la otra parte porque además de no dar, no quieren que trabajes, entonces ¿cómo va a estar esta situación? Porque no me das dinero, pero tampoco quieres que trabaje, pero si no hay dinero de qué comen las niñas, y te pones enfrente de un juez y la juez te dice que lo único que quieres es dinero. Pues, señora, me encantaría que para poder venir aquí no necesitara dinero, pero para venir y sentarme frente a usted necesito gasolina, pagar un estacionamiento, las niñas necesitan doctor, escuela, comida, que es dinero; y si no pides, porque no pides, y si pides, porque pides, y todo mundo tiene una opinión respecto a lo que tú, como mamá, haces. Yo te puedo decir que el día de hoy voy para dos años de mantener el 100 por ciento de la vida de mis hijas, no me duele gastar un peso en ellas, yo trabajo, respiro y vivo para ellas, quiero que tengan lo mejor, porque también es muy fácil para todos decir: “entonces que la saquen, entonces por qué va”. A ver, si yo puedo trabajar y me puedo partir la madre para que vivan en un lugar bonito, que su vida no cambie tanto, pues lo voy a hacer. Pero aquí ningún chile les embona, entonces mientras te embone a ti y tu vida esté tranquila, es en lo que te tienes que enfocar. Legalmente estoy procediendo, porque mucho tiempo no quise pedirle nada, justo por el hecho que me dejara de violentar y molestar, pero ahorita salió en una entrevista diciendo que le estaba pidiendo pensiones millonarias, pues se le pide una pensión millonaria, porque aparte todo lo que digo está con papelito, yo no me invento nada, todo está justificado, tanto la violencia como la pensión alimenticia, y violencia a mis hijas, y lo mismo que les molesta y me buscan callar, es porque salí a decir la verdad, y no solamente señalé a mi ex marido, también a toda la bola de personas que lo protegen, empezando por su madre, sus hermanas, su actual pareja que me violenta, y les duele que una mujer tenga los pantalones para salir y decir: “no me voy a dejar y basta”.

¿Crees en la justicia?
Creo en la justicia, pero creo que las leyes y el sistema mexicano no están hechos para protegernos a las mujeres y a los niños, pero sí creo en la justicia y en la justicia divina; por eso estoy donde estoy, mis hijas tienen la paz que tienen, por eso, bendito Dios, no he dejado de tener trabajo, Dios no me ha abandonado, tengo una persona maravillosa que me ama, mis papás tienen salud, y del otro lado, el no poder ver a tus hijas, porque no te importa, porque prefieres irte al pedo, creo que eso es muy triste, porque al final te harás viejo y ahí vas a necesitar a tus hijas, y ahorita mis hijas se dan cuenta, tienen 5 y 3 años.

Hablando de cosas positivas, nos has dicho de cuatro realities seguidos este año, ¿qué viene con Telemundo?
Ahorita con Telemundo puse una pausa, como te dije, soy una mujer que trata de tener mucha congruencia, y si estoy en una lucha donde exijo que se haga justicia para mí y para mis hijas, y no sólo porque yo sea Natalia, mi voz lo que grita es por mí y todas las mujeres que estamos en una fiscalía diciendo: “pero soy buena mamá, pero compraron a la juez”, y que te pongan enfrente de un psicólogo cuestionándote y haciéndote sentir mal, casi haciéndote dudar de lo que tú eres, es muy fuerte. En esta guerra que enfrento por mí, por mis hijas, por muchas mexicanas; tengo que tener congruencia, y Telemundo cortó el derecho de dar réplica a mi agresor, creo que no lo hizo de la manera correcta, y creo que si por algo se caracteriza la vikinga es por tener congruencia en lo que dice y hace. Yo no puedo trabajar en una empresa donde le den espacio a un agresor que diga que me golpeó porque yo lo provoqué o le busqué el temperamento y que, aparte, tres compañeras que me conocen duden acerca de mi guerra, que transformen esto en un chisme y lo abaraten haciéndolo amarillista, cuando aquí claramente está en juego mi dignidad y la de mis niñas, o sea, es un tema muy delicado. Con Telemundo, por el momento, los aprecio y agradezco las oportunidades que me dieron, pero no puedo trabajar en una empresa en la cual por tener rating se atrevan a poner en sus programas a un agresor diciendo que la culpa la tenía la víctima. Me parece muy fuerte, por eso no pienso trabajar con Telemundo.

¿Qué proyectos vienen?
Bendito Dios, tanto Televisa, que ahí fue donde me formé, estudié, como TV Azteca, mi casa, donde regresé a trabajar y me han dado el espacio creyendo en mí, traen varios proyectos. Creo que también las cosas para ambas empresas, más para TV Azteca, ahorita se están acomodando, la gelatina se está cuajando por todos los cambios que hubieron de jefes, pero ahorita me estoy enfocando en este tema legal, cerrar el año tranquila, en paz.

¿Descansar un rato?
No, porque ahorita es cuando menos estoy descansando, me la paso diario en fiscalías, luchando, estoy platicando con mamás, mujeres violentadas. Estamos haciendo una asociación increíble que se llama Caras de la Violencia, porque estoy convencida que la violencia es como el cáncer, si uno lo detecta a tiempo puede salir y no llegar ni a que te toquen, ni una cachetada. Muchas veces vivimos violencia económica, patrimonial, psicológica, emocional y sin darnos cuenta, porque ¿qué nos han dicho?, “es que la violencia es cuando ya te dieron la cachetada, cuando llegas ya golpeada, cuando te patean”, ¡y no! Para llegar a ese punto, tuviste que haber pasado por muchísimas otras violencias de las cuales nunca nos han informado, no estamos educadas y el hecho de que nosotras como mamás cambiemos esa información y nos eduquemos estamos cambiando el futuro de nuestra niñez. Está en nuestras manos parar la violencia. Entonces estoy enfocada en esto, en informar a las mujeres, bendito Dios ahorita me cambiaron de juez, me dieron la prórroga, estoy luchando por mis hijas, y en enero vienen varios cierres de proyectos laborales, pero este fin de año es acabar en el campo de batalla cambiando los resultados de la batalla, y creo que es en lo que estamos. Lo que he hecho estos meses por levantar mi voz con todo y que me mataron en Instagram, por lo menos ya no se van a atrever a matarme en la vida real. Ya alcé mi voz, el sistema ya puso ojo en mi caso, ya lo están viendo y haciendo cambios, y estos cambios no solamente son en mí, son para muchas mujeres. Viene un proyecto increíble en mi vida personal, estamos mi pareja y yo muy emocionados, y a seguirle dando, creo que ahorita es no callarme, seguir alzando la voz y así acabar este 2022 que fue sacar ya lo último que me quedaba dentro. 

¿Y no te cansas?
Hay veces que sí, pero no sé de dónde sale tanto, ya entro a las fiscalías de “¿qué onda hermano?” y súper amigos, porque también mi asistente me robó, me robaron todas mis joyas, mi mano derecha, entonces es otro tema que tengo. Ya llego a las fiscalías riéndome con los notificadores, ya todos son mis chómpiras, policía cibernética igual, y no me estoy dejando. Siento que es algo que le molesta muchísimo a las personas, que no me dejo. Siento que como latinos estamos muy acostumbrados a que todo es: “oye, por favorcito me estás molestando, oye es que me estás picando el ojo” y no, Natalia es no. Tuve que vivir eso para llegar al punto y decir: “me estás lastimando y muévete, no, no puedes hablar así de mí”. Y ahora que estoy descubriendo que las leyes las puedo, yo ya sé hacer amparos y todo, ya me los sé, estoy a punto de estudiar derecho. Ya no me estoy dejando, pero con bases, ya no solamente estoy abriendo la boca para decir aquí estoy, no, ahora con todo lo que estoy viviendo y aprendiendo me da muchísimas más bases y cimientos para no dejarme y ayudar a las mujeres, porque hay muchas mujeres que pasamos de ser mamás; yo era mamá de tiempo completo y de repente estar en una fiscalía con abogados diciéndote: “pero el amparo”, y tú: “¿pero qué putas madres es un amparo?”, ¿de qué me está hablando?, no entiendes nada, no entiendes de palabras, todos los abogados te quieren robar o ya se vendieron, entonces estoy enfocándome en eso, ayudar a las mujeres que somos mamás y sepan que se puede. 

¿Te gustaría hacer eso como algo recurrente?
Sí, definitivamente después de esto, estoy aprendiendo desde meterme y leer mi carpeta entendiéndolo, saber por qué se amparó este hombre; una de las abogadas lo dejó ampararse 12 veces, y mi abogada no hacía nada, ¡porque la tenía comprada! Entonces, me senté y literal un poli de la fiscalía me dijo: “a ver señora para que aprenda, abra la carpeta y esto es esto, y lea por qué se amparó, y cómo usted tiene que hacer sus denuncias y cómo, por qué y cuándo, tiempo y forma, cómo tiene que explicar las cosas”, y, bueno, ahorita me llega una y ya voy a la delegación, ya no me dejo. Y sí quiero compartir esto con las mujeres. Cuando me separé me di cuenta de que si hubiera tenido independencia económica a lo mejor no me hubiera quedado donde me estaban tratando mal, porque es mucho el miedo de cómo hacerle con las niñas, cómo voy a pagar, porque obviamente había amenazas de: “si te vas te voy a dejar en la calle”, que lo está cumpliendo, “si te vas no me vas a poder comprobar nada porque a mí…”, y lo está cumpliendo. Entonces, el hecho de que tú sepas, así como el libro de divorcio for dummies, administración for dummies, que tú como mujer sepas cómo pago mis impuestos, qué es lo que tengo qué pagar, mi seguro de gastos médicos; eso como mujer te da independencia, y no estar dependiendo de que un hombre te pague el seguro de gastos médicos, que él lleve el dinero, que tú aunque vendas monitos, paletas, pero que tengas tu dinero y sientas que en cualquier momento puedes agarrar tus chivas, a tus hijos y largarte, te da esa libertad, al igual que cuando estás en un proceso de divorcio, y más con gente tan poderosa, como de quien yo me estoy divorciando, el saber qué está pasando en tu carpeta y no ser la señora burra que llega sin armas. Por ejemplo, a mí me pedían cinco mil pesos para las copias, y llego a la fiscalía y me informan que las copias son gratis. Hay muchas cosas que son muy importantes de compartir.

¿Te has divorciado?, ¿has estado con un violentador?, ¿has vivido lo que estamos viviendo nosotras? 

Es horrible ir a las fiscalías y que te respondan con: “ah, pero no viene golpeada señora, siéntese”.
O sea, esperan que lleguen con un ojo rojo, morado, un brazo roto ¿o no es suficiente?

Exacto, ¿pero cómo viene por dentro la señora? ¿Qué tal que está a dos de aventarse por la ventana? Necesitamos que las mujeres tengan esa información, al llegar a la fiscalía con información las cosas cambian. He oído historias de: “¿qué le hizo usted al señor para que la golpeara? O sea, a mí me vale, así yo te haya provocado, tú no tienes por qué tocarme. Lo más triste es que les hacen tan largo y tedioso el proceso, que para ir y levantar una denuncia son ocho horas esperando sin ayuda ni guía, acaban diciendo: “mejor me voy, ¿pa’ qué?”. Yo porque soy bien terca, llego y me siento, no me voy a ir de aquí hasta que me atiendan. Y así me pongo de terca, entonces el hecho de que una mujer o una amiga te platique lo que está viviendo o digas: “Natalia está haciendo esto, o en la página de Caras de la Violencia vi que tengo que ir y buscar dentro de la fiscalía a un abogado que nos apoye a las mujeres que a veces no tenemos dinero para pagar un abogado”. Esto es mi enfoque de ahorita, es muy triste que me quieran callar, ver esta parte donde este hombre se sintió tan expuesto que se atreva a decir que yo edité los videos o quiera tirarme, porque sí, me está matando en redes sociales y me está callando ahí, pero que no se le olvide que no solamente mi voz está en redes sociales, porque así me tenga que ir y parar a mitad de la plancha del zócalo a decir lo que me está pasando, lo voy a hacer.

Nos decías que pesabas 120 kilos, evidentemente ha sido un renacer en tu vida, ¿cómo te sientes ahora y cómo te veías antes?
Yo vivía como dentro de una botarga, adentro de un personaje que era la que cuidaba a Natalia, pero era neurótica, ya no me reía, no bailaba, estaba amargada todo el tiempo. Ponía buena cara para mis hijas, porque sentía que les estaba fallando, por eso había tantos globos y tanta fiesta, como tratando de cubrirlo. Yo vivía en esta botarga, Natalia estaba ahí adentro protegida y era quien la protegía cuando este ser humano llegaba y me golpeaba o me ponía el cuerno, llegaba alcoholizado o drogado; esos 120 kilos eran lo que podía protegerla, pero yo me veía al espejo y era horrible no encontrarme. Hasta que un día desperté en un psiquiátrico, porque este señor me dio una medicina que no debió darme, se me hizo corto circuito con una medicina que yo tomaba para un problema que tengo en mi cabeza y estuve cinco días en el psiquiátrico; ahí fue donde desperté y dije: “mis hijas”. Me vi en el espejo y me di a la tarea de volverme a encontrar, y lo hice como hormiguita. Yo sabía que no podía hacer un cambio drástico, porque él se daría cuenta, y en ese momento buscaría otra vez la manera de amarrarme, de tumbarme. Fui como súper astuta, como hormiguita ir ahorrando, me acuerdo de encontrar cambio y agarrarlo, hacía campañas, algo en Internet, y me preguntaba si me habían pagado algo y yo: “no, no me pagaron nada”, y lo ahorraba. De plano no me dejaba ir al gimnasio, porque decía que si iba era porque me iba a coger al entrenador. Yo no podía ir al psicólogo, porque decía que me iba a coger al psicólogo. Aparte, pasa esto en febrero, que yo acabo en el psiquiatra, y nos encierran 15 días después en pandemia, entonces todo esto lo tuve que hacer con él 24/7 al lado de mí. Me acuerdo que me decía: “te amo, eres el amor de mi vida”, y cuando me tocaba, yo sentía, literal, que me hervía la sangre. Y por dentro, era un trabajo brutal el que tenía que hacer, porque lo peor de una víctima de violencia es que te puedo decir que traté de salir de eso 157 veces, y 157 veces la ola me volvía a jalar, y cada vez era más fuerte la ola y yo tenía menos fuerzas para salir; era como salir y tomar tantito aire y decir: “ya ahora sí lo voy a dejar”, y otra vez me volvía a jalar. Pero esa vez despertando en el psiquiátrico pensé en mis hijas, “no, ellas no pueden ver eso, no se me pudieron haber olvidado mis hijas, mi cuerpo no resistió, la próxima me va a matar, tengo que ser fuerte para mis hijas”. Ahí fue donde empecé a trabajar en mí, y como estaba en la casa, porque era pandemia, me puse a hacer ejercicio por Internet, él desayunaba y yo me ponía a hacer ejercicio a su lado para que viera que yo no estaba haciendo nada. Tomé todos los cursos, numerología, ángeles, un psicólogo por zoom; me empecé a poner fuerte mentalmente, yo sabía que lo que estoy viviendo iba a venir, entonces empecé a ponerme súper fuerte emocional y psicológicamente, porque yo sabía que no me iba a poder mirar, que tenía que sacar a mis niñas adelante y tenía que estar fuerte. Bajé 60 kilos y me puse súper fuerte, porque dije: “este pendejo me vuelve a tocar, y yo en ese momento cargo a mis niñas y corro sin voltear atrás, corro, corro, corro y no voy a dejar que me vuelva a golpear”. Fue cuando hice mi empresa, que actualmente sigo teniendo, La Botica Olivier, igual la fui haciendo a escondidas, como podía, y bendito Dios fui astuta, inteligente, y cuando me separé estaba fuerte de todas partes para que la violencia no me volviera a jalar. 

¿Quién es hoy Natalia Alcocer?
Ay, Natalia Alcocer hoy, me vas a hacer llorar.
Una chingona.
No sé si chingona hermana, pero es una mujer que diario, te juro, que diario se para y trata de ser feliz, diario busca su paz, diario busca ser mejor persona. Sabe todos los errores que tiene, los ubica. Tiene cuatro grandes razones por las cuales ser feliz, quiere enseñarle a sus hijas que nadie tiene el poder para quitarles la sonrisa ni las ganas de bailar, las ganas de salir adelante. Natalia Alcocer, hoy, es una mujer que está en paz, que es feliz y que está muy cansada, pero sigue con la espada desenvainada; con muchas heridas, pero que se las cura y sigue adelante. Tengo grandes motivos por qué luchar y me siento muy orgullosa de mí. Me gusta verme al espejo, porque me veo a mí, y era algo que me daba mucho miedo de mí cuando estaba dentro de la botarga, y ahora me gusta verme con todo lo que tengo, y con todo y problemas, me gusta, me disfruto mucho y estoy en un gran momento de mi vida. Mis hijas están felices, tengo una casa con paz, tengo trabajo, mis papás tienen salud, tengo un hombre maravilloso que me da el amor bonito, me cuida, me ama, y le enseña a mis hijas que un hombre puede amar y cuidar a su mamá así. Esa es Natalia.

Vestido, Studio F. Guantes, Monizen. Aretes, My Beads Joyas. Medias, Wolford.

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