Limitless

•Suéter, Studio F. •Falda, Marcela Camarillo. •Zapatos, Stradivarius.

Lo primero que vez de Elyfer Torres es su enorme y hermosa cabellera llena de chinos negros que tanto la identifica, seguida de una gran sonrisa. Esta joven actriz mexicana ya es un role model a su corta edad y con una carrera cada día más sólida. Elyfer representa lo hermoso en lo diferente, y su éxito radica en su convicción de poder representar la realidad de una sociedad más plural. 

Texto: Amanda Grease    Fotos: José Luis Beneyto

Coordinación de moda: Alvaro Montaño    Maquillaje y peinado: Ilce Porras

•Blusa, Studio F. •Pantalón, Balenciaga. •Zapatos, Stradivarius.

Hace como 4 años estaba una noche en el sofá de mi casa acompañada de mi botella de Albariño, haciendo esa costumbre vintage del zapping, para las nuevas generaciones, el zapping era cuando veías televisión por cable y cambiabas de un canal a otro. Después de pasar por todos los canales, siempre terminaba mi búsqueda de contenido en CNN en Español y después CNN Internacional. Así que una noche random que llegué a la versión en español de la gran cadena de comunicación, estaba el programa de Camilo, si les soy sincera el presentador no es de mis favoritos y a veces hasta el que menos me gusta de la parrilla de ese canal, pero esta vez me dio curiosidad, porque estaba entrevistando a una hermosa morena de pelo chino y ojos de muñeca, quien era la protagonista de Ugly Betty en NY. Era Elyfer Torres, una actriz mexicana que, claramente, venía a romper moldes y hacernos entender que la sociedad es mucho más plural. Era refrescante verla y saber que los cánones de belleza en la televisión cada día son más amplios, y que poco a poco representan a más mujeres de esta sociedad. Así que su nombre se quedó en mi mente. 

Cuando tuve la oportunidad de entrevistarla para las páginas de nuestro summer issue y empecé la investigación sobre esta hermosa criatura, de lo primero que me percaté es que nacimos el mismo día, 15 de febrero, ¡OMG!, esto debe ser un buen augurio, otra acuariana como yo era éxito seguro y así lo fue. Elyfer llega con muchas cosas que contarnos en este hermoso reportaje donde nos habla de su música, de su danza, de sus proyectos de actuación y de cómo cada día se siente más segura consigo misma.

Te conozco de Ugly Betty en NY, es más, de una entrevista que diste en Camilo en CNN en Español cuando se lanzó Ugly Betty en NY, pero no sabía que también eres bailarina profesional, ¿cómo fue eso?
En realidad me encanta bailar y siempre pensé que a eso me dedicaría toda la vida, que sería mi carrera; empecé a estudiar ballet desde los tres años hasta los 17. Mucho tiempo de mi vida bailé ballet, era algo que me tomaba muy en serio y mi carrera como profesional, porque creía que era lo que quería hasta que me topé con una maestra increíble de contemporáneo y la vi hacer un performance como raro y dije: “no, esta mujer no sólo baila, está haciendo algo más” y ahí me di cuenta de la actuación, que yo como niña no sabía ni que esa era una posibilidad hasta los 12 que empecé a tomar clases de actuación, audicioné para el CEA Televisa, me quedé y me enamoré completamente de la actuación. Seguí bailando hasta los 16, pero a esa edad decidí dedicarme 100 por ciento y poner toda mi energía en la actuación y así fue.

¿Extrañas la danza o volverías a bailar si algún día lo necesitas, como en teatro musical?
La verdad sí. Llevo cinco meses sin hacer ejercicio, entonces la danza para mí es lo máximo, donde también cuentas historias desde otro lugar, con tu cuerpo. Así como en la actuación, en la danza el instrumento eres tú, y también extraño mucho esa parte de expresar sin palabras e igual, físicamente hablando, como que te hace más consciente de tu cuerpo, extraño bailar y claro que lo haría para algún proyecto, pero dedicarme a full a la danza no lo volvería a hacer, más bien como un complemento, es una carrera muy exigente.

Estaba viendo que comenzaste en el CEA, trabajaste muchos años en La Rosa de Guadalupe, hiciste varias cosas más, pero como que tu gran protagónico fue Ugly Betty en NY, ¿qué tal fue esa experiencia?
Literalmente me cambió la vida, tanto profesional como personalmente. En ese momento de mi vida yo sentía que los estereotipos eurocentristas en México y Latinoamérica siempre lideran, donde todas nuestras protagonistas son blancas, de cabello lacio, güeras, y está mal porque ¿quién dice que así tienen que ser las protagonistas?, por lo menos en nuestro país. En ese momento me preguntaba qué tenía qué hacer para de verdad hacer un personaje, y de repente llega Ugly Betty a mi vida y es lo que estaba buscando, además quiero decir que los estereotipos de belleza no lo son todo y que la belleza está en todas partes. Fue justo el discurso que intentaba decir a los demás y a mí misma y no encontraba el cómo, así que cuando llegó ese proyecto supe que me tenía que quedar, porque era muy importante la representación para mí y seguro para alguien más también, que a lo mejor sienten igual que yo, el decir: “no me parezco nada al personaje de esa serie”, al menos físicamente, esas series como de adolescentes donde todo mundo es blanco, wow, qué impresión, porque el 85 por ciento del país somos morenos, me parece impresionante esa falta de representación, entonces cuando Betty llega a mi vida, fue como “estoy teniendo la oportunidad de hablar y romper con los estereotipos de belleza”, de hablar de una mujer donde lo más importante para ella no es lo físico, al contrario, que el físico le causa obstáculos y justamente era el probar ese punto. Me obsesioné como loca.

•Top y pantalón, Stradivarius. •Chaleco, Zara.

Y fue un challenge, porque yo vi la primera versión de Ugly Betty con América Ferrera, que era en inglés y esa versión fue muy buena, me imagino que no querías copiarla…
Justo lo que yo quería era crear mi propia versión. Tampoco me lo cuestioné tanto tiempo, pero ¿cómo puedo hacer mi propia versión, mi propia idea de lo que es Betty? Nunca vi la primera versión, la colombiana, ni Ugly Betty, hasta la fecha no vi ninguna otra versión más que la nuestra, porque no me quise viciar, si veo lo que hizo otra Betty tendré que imitar y la imitación no siempre nos llevará a buenos lugares, entonces hice lo que haría con cualquier personaje, crearlo de cero: leer los guiones, entender la historia, ver de dónde vienen, encontrar dónde yo conecto. Para mí, el proceso actoral es muy personal y mental, entonces conecté con Betty desde la falta de representación, a veces el no sentirme suficiente. Creo que a muchas personas nos sucede, siento que todos en algún punto de nuestra vida hemos sido Betty, el sentirse fuera de lugar, humillados, y eso no significa que seamos insuficientes, sólo es una sensación con la que Betty aprendió a vivir, y en el momento en que ella se harta de ese feeling su vida cambia. Siento que fue lo que sentí en ese proyecto y fui descubriendo de mí al descubrir al personaje. No vi otra versión, empecé a leer el guión y dije: “wow, sí conecto con esto, porque así me he sentido o me siento así muy seguido, sino es que todos los días”, y para ella era sentirse así todos los días y sí, fue crearlo a partir de lo que Fernando Gaytán escribió, porque es el creador original, quien fue también el jefe de adaptación para Betty en NY, y eso me pareció una joya, pues a diferencia de otras versiones de Betty, Fernando adaptó esta historia.

Es verdad lo que dices, es increíble cómo en Latinoamérica las protagonistas son siempre güeras, blancas, cuando la mayoría de la población latina es más morena, habemos mucha mezcla y creo que has sido un role model para muchas niñas que se sentían desplazadas por no ser ese canon de belleza que las grandes empresas han impuesto a la sociedad latinoamericana y mexicana en este caso.
Claro, justo tuve la oportunidad de ir a Brasil para promocionar Ugly Betty en NY y algo que me impactó mucho (y lo digo como cualquier lugar latinoamericano, porque me ha sucedido mucho en otros lugares) fue que llegaron un grupo de niñas diciéndome: “gracias, porque por fin veo a alguien como yo en televisión”, y me puse a llorar con ellas, porque sí es cierto, ¿cuándo Elyfer vio a alguien que se viera como ella en televisión? Nunca. Pienso: “¿a quién admiré de chiquita?”. Y eran actrices o cantantes de otros lugares, como una Rihanna, pero jamás de aquí, porque no había nadie cercana a eso. Es muy loco que sean estos modelos aspiracionales. El otro día iba caminando y pensaba: “como la publicidad de la televisión es un reflejo de la sociedad, entonces es racista, porque la gente blanca es el 10 por ciento de la población, pero está en el 70 por ciento de los anuncios y en el 85 por ciento de las series”, son números alarmantes si nos vamos a lo que realmente somos como sociedad. Para mí, Betty fue esa oportunidad de pararme enfrente y decir, aquí estamos. También que la historia va de esta mujer que es inmigrante en Estados Unidos, entonces también puedo contar esa otra parte, así como romper con los estándares de belleza y romper con la idea de que ser bonita es lo único a lo que las mujeres podemos aspirar. Deja tú de romper el estándar de belleza o no, la simple idea que se debe aspirar a ser bonita para ser feliz o que lo único que puede hacer una mujer para ser feliz es ser guapa, ¡es horrible! Somos mucho más que eso, Betty justo lo demuestra, una mujer amable, inteligente, eficaz, un millón de cosas, y lo último que busca es ser bonita, y por eso socialmente es tan atacada, porque va en contra de lo que siempre nos han dicho del deber ser y ahí entra esta onda feminista también, porque no es abiertamente eso, pero lo es, con una verdadera libertad de género y me descubrí siendo libre.

Este proyecto te abrió mucho las puertas, como Guerra de Vecinos en Netflix, te abrió otras puertas de proyectos que imagino jamás pensaste que iban a llegar…
Sí, después de Betty hice Enemigo Íntimo con Fernanda Castillo, la segunda temporada que estuvo increíble, después de eso vino la pandemia y pensé que no trabajaría todo ese año, pero llegó Guerra de Vecinos, la primera temporada, con Tere, una chava abiertamente feminista y todo el tiempo habla de clasismo, racismo y creo que la vida va muy de la mano con la ficción, al menos así lo he visto en mi vida. Las cosas que experimento en mi vida o que quiero contar como artista, porque creo que tenemos como artistas una alta responsabilidad de seleccionar las historias que estamos, contando, cuidar lo que estamos diciendo, cuidar el mensaje que estamos mandando porque lo queramos o no somos responsables de muchas personas, sobre todo veo en mis followers y quienes me conocen, son muchas niñas muy jóvenes a las cuales no me gustaría que crecieran con la idea con la que yo crecí de odiar mi cabello o mi nariz o mis facciones, porque eran distintas, y teniendo esta oportunidad de cambiarlo, porque la verdad está padre, Tere es una mujer fuerte, independiente, de una familia muy mexicana como la mía, diríamos nosotros “como muy dicharachera y vaciladora”. También gocé muchísimo trabajar con Netflix, los productores increíbles, la historia me encanta, y yo que amo la comedia; con la comedia se pueden contar muchas verdades que a veces son dolorosas, pero las hacemos ligeras, sí estamos reflejando la sociedad, pero nos estamos riendo de esto, podemos disfrutarlo y hacerlo entretenido. Creo que por esto la comedia me encanta, obviamente también amo el drama, ahorita acabo de terminar una serie así. Y bueno, con Guerra de Vecinos fue eso, también en la segunda temporada vemos cómo Tere va cambiando muchas de sus ideas que tenía como muy cerradas, que también creo que está padre tener la oportunidad de aprender cosas nuevas y de fluir, o sea, yo a veces también me quedaba con la idea de lo que yo digo y eso es lo que es, en lugar de escuchar y aprender perspectivas nuevas, y creo que es lo que le sucede a Tere en la segunda temporada, con el lanzamiento de ambas temporadas nos fue increíble. Qué padre que las personas vean este tipo de comedia que además es muy mexicana, pero también con mensaje fuerte, en nuestro caso el racismo y clasismo, y cómo esto hace que las mismas oportunidades no se generen para distintos sectores de la población.

• Total Look, Stradivarius.

¿Y ahora qué proyectos estrenarás?
Este año lanzaré mi música. No tengo fechas aún, pero será mi primer sencillo que firmé desde hace un año y no pude dedicarme a ello por tener estos otros proyectos. Filmé otra serie que se va a llamar Tengo Que Morir Todas Las Noches, de Ernesto Contreras que es un director maravilloso, y Alejandro Zuno que también es un director maravilloso, que es del movimiento gay en México en los 80, y otra vez tengo esta gran oportunidad de poder contar historias que importan, decir hoy tenemos esta libertad de ser gracias a que la comunidad LGBTIQA+ en 1980, y antes, luchó por la cantidad de derechos que hoy se gozan y que faltan muchísimos más, pero es como contar la historia de la historia, porque es como si esta historia estuviera silenciada, como si la comunidad no existiera para las series y películas de México, y de pronto la vida otra vez me presenta la oportunidad a mí y a otros compañeros y compañeras de contar esta historia, porque se tiene que contar, porque sucedió y no es invisible y eso hace que hoy tengamos esta libertad que no existía.

Tú, en una generación que viene con una cabeza completamente diferente amoldada a diferencia de otras generaciones. ¿Qué piensas del futuro? ¿Cómo lo ves? ¿Es optimista?
Sí, creo que con todo lo que está sucediendo, no solamente en lo audiovisual o el entretenimiento, sí soy muy optimista, creo que poco a poco estamos cada vez amando más al otro y entendiendo que todos somos iguales. Yo lo veo con mis sobrinos o amigos que son un poco más chicos que yo, veo cómo de verdad nos importa hacer un cambio, que todos los seres sean libres y tengamos todos las mismas oportunidades y amar a quien queramos. Creo que la nueva generación viene con esa idea de cambio y obviamente va a tomar tiempo, sí soy optimista, pero tampoco lo veo de manera irreal. Es un cambio de conciencia y social que tiene que suceder, muchísima parte de la población es de otras generaciones que aún están muy cerradas en sus ideas y creo que lo que estamos haciendo con el arte, en series, música, hasta un Bad Bunny rompiendo estereotipos de género, me refiero no musical, sino los estereotipos en algo tan machista, es increíble, y creo que eso no hubiera sucedido ni siquiera 4 ó 5 años atrás, y me parece muy muy cool que productores y las casas productoras en México están decidiendo contar estas historias con mucha más diversidad, también de cast, veo muy positivo el futuro tanto audiovisual como general.

¿Cómo te sientes tú más hermosa, sensual?, ¿qué prenda o qué es lo que más te gusta utilizar para sentirte de esa forma?
Yo me siento hermosa de dos maneras, una cuando sé que estoy haciendo las cosas que tengo que hacer para que mis sueños sucedan, me siento poderosísima, me siento increíble. Generalmente si tengo un mal día o me la estoy pasando mal, soy una persona que siempre (y para mí, no para nadie) procuro vestirme bien, muy cool, y saber que ese momento de ponerme maquillaje para mí es un ritual, esos cinco minutos también me dan paz, porque es un cuidado para mí, para mi persona. Hablando de lo de afuera, para mí el tener un outfit increíble y maquillada me hace sentir muy bien por cómo me veo y quién soy, y también la primera impresión que tenemos de alguien es visual ¿no? Para mí es eso, expresar quién soy a través de mi outfit o maquillaje y sobre todo los tenis, los zapatos son importantes y el maquillaje.

¿Qué tal ha sido tu experiencia de trabajar con La Femme?
Me encantó trabajar con La Femme, me encantaron los outfits, el maquillaje y su evolución, me encantó la dirección de fotografía, las fotos, creo que es una revista que entiende muy bien la energía de la persona que va y que además innova con eso. Yo soy una persona que ama los colores, pero soy más urbana o algo así, entonces me encantó la mezcla y experimentar esta sensación como más classy, más señorita, pero con muchos colores. Me encantó que combinó las dos partes de mí y creo que son una revista que explora e innova al artista más allá de lo que siempre hace, normalmente yo habría hecho otra cosa, pero me encantó. Me encantó la experiencia de inicio a fin, me sentí muy cómoda.

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