como el buen vino

Tuve el placer de entrevistar a Christian Meier, el hombre más guapo que ha parido la tierra de los Incas y que tenemos la suerte de tener en portada de nuestro issue #1 de l’homme.

Texto: Amanda Grease   Foto: José Luis Beneyto

Me acuerdo que a mis 21 años de edad, mi nana me lo presentó cuando estaba viendo un capítulo de la telenovela “Amores, querer con alevosía” y yo con mi debilidad por los güeros, no me pude despegar de la televisión! ¡Ese peruano rubio de ojos miel me había enamorado!Así que cuando me dicen que tengo que entrevistarlo mi corazón casi se detiene. De un brinco entro a Google para investigar más sobre nuestro personaje y descubro que en más de tres décadas de carrera, Meier lleva grandes producciones a sus espaldas. Me doy cuenta que ese actor sexy que me hacía suspirar cuando joven, hoy en día es un señor de la actuación, y no lo digo solamente por la edad.

Christian, dentro de poco cumples 33 años en la industria del show business y sigues estando actual, ¿cuál crees que es el secreto para seguir siendo el protagonista?
Es cierto que no soy el mismo chiquillo de 18 años que cuando comenzó no tenía idea de cuánto iba esto a durar. Al principio fue experimentar dentro de un universo totalmente desconocido para mí, pues había terminado la escuela sólo seis meses antes. Aún no me había hecho una idea de cómo era el mundo de un recién graduado y ya estaba siendo perseguido por las calles y firmando autógrafos. Todo fue muy rápido. Pero descubrí, además de mi vocación, que había un público que me seguía y estaba al tanto de mí. Desde el principio decidí ser honesto con cada trabajo, con cada aventura. Fue la única manera de ganarme el respeto del público. Creo que esa honestidad es la que me ha mantenido vigente.

¿Cuáles son las enseñanzas del 2020 que pondrás en práctica este 2021?
Sin duda, que siempre se puede vivir con menos de lo que estábamos acostumbrados. Fue bueno redescubrir que las cosas simples que me hacen feliz, siempre han estado dentro de casa, como un rincón favorito, la luz que entra todas las mañanas por mi ventana, las ardillas que llegan a mi jardín para que les dé de comer a diario, etc.

Yo que siempre le fui esquivo a la cocina, ahora he iniciado con ella una relación que, aunque es ínfima, es mucho más estrecha a la que tenía antes. 

Por otro lado, estoy trabajando más en la tolerancia al respeto del espacio ajeno. No me refiero sólo al físico, sino al espacio emocional. Esta pandemia nos ha tocado a todos, pero cada uno fue afectado de distinta manera. Las múltiples formas en las que esta enfermedad afectó a los pacientes fue un indicativo, no sólo de lo vulnerables que somos, sino de que cada uno es un universo distinto y reacciona de maneras diferentes.

He visto cómo gente muy cercana a mí ha tenido consecuencias emocionales inimaginables a causa del encierro. El afloramiento de la ansiedad y los ataques de pánico que se registraron el último año debería empujarnos a prestarle más atención al tratamiento de la salud mental en las escuelas, en las instituciones. La salud mental es tan necesaria y hoy tan dejada de lado por los actuales sistemas educativos. 

“La única manera de ganarme
el respeto del público fue siendo siempre honesto, eso es lo
que me ha mantenido vigente”.

  Christian Meier

Tu último proyecto fue el General Naranjo con Fox, ¿cómo fue la experiencia de interpretar a un personaje que terminó con una era de terror liderada por Pablo Escobar?
El General Óscar Naranjo fue denominado el “mejor policía del mundo”. Él es un orgullo para Colombia y Latinoamérica. Dicho esto, interpretar un personaje histórico siempre conlleva una responsabilidad, más aún cuando éste está vivo. Fox no escatimó esfuerzos para recrear cada uno de los acontecimientos más resaltantes de la violencia colombiana de aquella época y además pude contar con el equipo de compañeros actores, productores y directores, más maravilloso del mundo.

Yo recuerdo cuando crecía en los años 80 y 90, y leía acerca de todas estas historias de narcotraficantes y guerrilla en Colombia. Hoy, treinta años después de haber revisado esos tristes episodios, habiendo además conocido a sobrevivientes de aquellos años, ha sido un honor poder contar esa historia no sólo del lado de quienes hicieron el bien, sino también haber sido asesorados por policías que estuvieron ahí en la línea de fuego. Son experiencias que ocurren una vez en la vida.

¿Cómo disfrutas de tu sensualidad en la madurez?, y ¿cómo la disfrutas en una mujer?
No existe la madurez si primero no sentimos seguridad de nosotros mismos. Físicamente aprendí a aceptarme. Lo que soy es todo lo que hay. Ya no hay vuelta para atrás. Hoy no siento el miedo a dar el primer paso, como tal vez antes lo tuve. Me siento con la autoridad de actuar sin pensar en las consecuencias que pueda causarle a otros más que a mí mismo. Esa es la única diferencia. La sensualidad la disfruto igual que antes.

Son las mujeres quienes siempre serán un eterno misterio a resolver, y eso es lo que nos mantiene adelante en su constante búsqueda.